jueves, 2 de febrero de 2012

Contagio

El hombre es un blanco fácil para contraer infecciones zoonóticas

Jessica Romandini
     El contacto estrecho entre humanos y animales data desde tiempos remotos. Las mascotas acompañan y aportan una serie de beneficios psicológicos, en especial a niños, ancianos y personas enfermas. Sin embargo, esta cercanía de los animales puede acarrear transmisiones de enfermedades hacia el hombre.  
     El manejo de estas infecciones requiere la comunicación y coordinación entre veterinarios y profesionales de la salud, para que pueda establecer la asociación entre la enfermedad y el contacto con una mascota.  
     Las infecciones zoonóticas son múltiples y variadas, siendo la mayoría de baja prevalencia, a estas se deben agregar los traumas producto de mordeduras, golpes o rasguños.
     Según médicos veterinarios, los perros a través de sus mordeduras pueden transmitirle al hombre una serie de infecciones polimicrobianas, incluyendo Streptococcus , Staphylococcus , Corynebacterium , Pasteurella multocida y otros agentes anaerobios.
     Para manejar una mordedura, es necesario asearse la herida como tratamiento inicial, para lego dorogirse a un centro profesional de la salud. Cabe destacar, que existe más riesgo de infección cuando el paciente es mayor de 50 años, diabético o inmunocomprometido; así mismo resulta de mayor seriedad cuando la mordedura se localiza en la mano y el tratamiento es diferido por más de 24 hrs o el aseo inicial es insuficiente. En estos casos se podría iniciar (controvertido) con profilaxis antibiótica con amoxicilina- ácido clavulánico, cefuroxime o fluoroquinolonas. La Cloxacilina o clindamicina no se consideran tratamiento antibiótico adecuado en mordeduras animales.
La Rabia : es una infección causada por Lyssavirus tipo 1, que produce encefalitis letal y se transmite por contacto entre una solución de continuidad cutánea o superficie mucosa y la saliva de mamíferos infectados (perros, murciélagos, gatos, hurones silvestres, conejos, etc). La enfermedad se manifiesta por alteraciones conductuales, agresividad, ladrido bitonal, convulsiones y salivación (forma furiosa) o bien por compromiso de conciencia y parálisis en la forma paralítica. El periodo de incubación oscila generalmente entre 20-90 días, pero se ha descrito entre 9 días a 7 años. Una vez iniciado los síntomas no hay tratamiento, por lo que es importante el uso de inmunoglobulina y vacuna antirábica según normas del MINSAL. El diagnóstico se establece con inmunofluorescencia directa o PCR en tejido cerebral. En Chile se ha logrado una disminución de esta entidad gracias a un programa de control con vacunas, reportándose el último caso de rabia canina en 1972.
Leptospirosis: enfermedad causada por espiroquetas que afecta una amplia gama de especies, y es transmitida especialmente por perros y roedores. La clínica en humanos corresponde a un cuadro febril con malestar general y conjuntivitis, acompañado a veces de compromiso hepático, pulmonar, renal y/o meníngeo. El período de incubación es de 4 a 12 días, la transmisión puede ser por contacto directo de piel y mucosas o al ingerir agua o tierra contaminada. Los animales infectados pueden ser asintomáticos o tener manifestaciones como conjuntivitis, fiebre, ictericia y un cuadro hemorragíparo. El diagnóstico se obtiene mediante MAT (prueba de aglutinación microscópica), microscopía de campo oscuro o cultivos. El tratamiento con penicilina en altas dosis o doxiciclina debe ser iniciado en forma precoz, para un mejor resultado.
Salmonelosis : transmitida a humanos por perros, gatos, pájaros, hurones y en especial reptiles. Salmonella enteritidis puede ser causante de fiebre tifoidea o gastroenteritis, a veces con disentería. El diagnóstico se hace por coprocultivo. No se recomienda tratamiento antibiótico de regla, porque prolonga el periodo de excreción del agente infeccioso. De usar antibioticoterapia, se recomienda TMP-SMZ, cloranfenicol o fluoroquinolonas.
Yersinia: el reservorio natural de Y. enterocolitica y Y. pseudotuberculosis incluye perros y gatos. La mayoría de estas infecciones se adquieren mediante consumo de alimento, pero se ha identificado casos de transmisión por mascotas. El cuadro clínico se caracteriza por fiebre, diarrea y dolor abdominal. La forma septicémica es más común en pacientes diabéticos, con hemocromatosis, cirrosis y neoplasias. El diagnóstico se realiza mediante coprocultivo y pruebas serológicas. Tratamiento antibiótico: gentamicina, CAF, TMP-SMZ, doxiciclina y ciprofloxacino han sido usados con buenos resultados.
La infección por Yersinia pestis es transmitidas a humanos por mordedura de pulgas infectadas. Los perros suelen tener una enfermedad leve y autolimitada, en cambio los gatos sufren una enfermedad severa potencialmente fatal. La neumonía en humanos ha sido reportada después de exposición a gatos infectados. Hay 5 formas de enfermedad: bubónica, cutánea, neumonía, meningitis y septicemia. La peste bubónica es la más común y todas las formas se acompañan de fiebre, cefalea y debilidad.