LAS MANÍAS DE LOS GATOS
Nuestros gatos pueden ser divertidos o serios, lo que sí se sabe es que llegan a desarrollar algunas habilidades o formas de comportarse que las podemos traducir en lo que comúnmente llamamos manías.
La palabra “manía” viene del griego antiguomanía que significa ‘locura, demencia o estado de furor’ y se denomina manía, a la costumbre o comportamiento raro o preocupación injustificada o a una pasión grande o afición exagerada hacia una cosa.
Nuestros pequeños felinos gozan de una habilidad innata de poder adaptarse a nuevos hogares, aunque algunas razas poseen características peculiares que van acorde a las necesidades de las personas con las cuales compartirán, de esta manera dependiendo en cierto grado su comportamiento, con el tipo de trato y atención que reciban en nuestros hogares.
Entre las más frecuentes manías que podemos observar en nuestros felinos domésticos tenemos la de masticar lana, la cual puede traducirte en una situación delicada ya que la ingesta de la lana puede ocasionarle una obstrucción en las vías digestivas teniendo que ser operado. Algunas de estas mascotas procuran esta lana de los calcetines, mantas, entre otros, por lo que se recomienda mantener cerrados los recipientes o lugares en donde guardamos dichos objetos. Si bien esta manía la puede desarrollar cualquier raza felina, la más propensa es el Siamés.
Otra situación que los gatos desarrollan como manía es la de morderse la cola, con el agravante que pueden causarse lesiones e infecciones. También está la tendencia excesiva a limpiarse algunas partes del cuerpo y es que en los gatos la limpieza es esencial, actividad que llega a representar el 40% de las actividades psíquicas del gato pues tiene un factor calmante para el mismo.
También los gatos tienen caprichos que llegan a convertirse en manías, como lo es esconder cosas, o traen objetos que se encuentran. Esta forma de actuar les brinda tranquilidad, y lo mejor es dejarlos desarrollar esas manías que por lo regular los mantienen ocupados, les reafirman y les calman.
Muchas veces confundimos algunas actividades del gato como manía de ellos, algo que resulta incorrecto, por lo que veamos algunas de estas confusiones:
Tiene la manía de dormir todo el día. Resulta que un gato adulto duerme un 65 % de su tiempo siendo la mayor parte durante el día y es que todos los felinos su tendencia natural es la caza nocturna y toman el día para el descanso.
Siempre les encanta beber de la llave. Aunque le tengas agua en un recipiente, los gatos prefieren el agua fresca aparte que les gustan los retos y tomar el agua así lo consideran como una aventura.
Tiene la manía de desenrollar el papel higiénico. Con esto el gato pone en evidencia su instinto cazador a la vez que se divierte.
Se frota contra ti. Esto no es más que una señal de aprecio hacia uno, con ello deposita unas feromonas de sus glándulas situadas a ambos lados de su cabeza, impregnándonos como queriéndonos decir “eres mío”.
Juegan y luego te ataca. Este comportamiento por lo regular se da en gatos nerviosos o muy sensibles, ya que las caricias un poco largas se convierten en una sensación insoportables.
Una vez expuestas algunas de los comportamientos “maniáticos” de los gatos, se puede entender por qué para muchas personas se le hace complicado el explicar y tratar de comprender a los gatos. Sin embargo, a pesar de las diferencias evolutivas, podemos apreciar que comparten muchas similitudes con nosotros los humanos.
Entendamos que son mascotas que poseen personalidades peculiares, muchas veces poco sumisos, decididos, cariñosos y con una capacidad de amoldarse a toda clase de situaciones.
Milagros López