martes, 31 de enero de 2012

Hurones

                                                Hurones: curiosamente divertidos  


Jessica RomandiniA pesar de parecer un roedor, los hurones son animalitos cariñosos que han pasado a ser parte importante de la población humana.


Esta especie pertenece a la familia de los mustélidos, la misma que la de los minks, comadrejas o zorrillos. Estos amiguitos miden entre 20 y 30 centímetros desde el hocico hasta la cola; el cuerpo de este animal es alargado, esbelto y se caracteriza por su flexibilidad.

En lo que al pelo se refiere, hay que señalar que el ejemplar más común es de un tono entre amarillento y café. Hay numerosas variedades en color marrón, chocolate y plata, y algunos poseen manchas blancas en las patas y en la cabeza e incluso, existen razas albinas o semialbinas.

Es necesario mencionar que el hurón es cien por ciento carnívoro, que se diferencia por tener de ambos lados del recto, unas glándulas odoríferas, cuyo objetivo es atraer a las hembras y defenderse de posibles peligros. Este animal vive entre siete y diez años aproximadamente.

Cabe destacar, que en un principio, el hurón  se presentará tímido y reservado, pero según se va adaptando al hogar se va haciendo más confiado; no es agresivo, aunque cuando llega su madurez sexual se vuelve menos simpático y amigable. Una de sus características principales es su adoración por los juegos, siendo esta la mejor forma de conseguir que después duerma largos periodos de tiempo.

Son extremadamente curiosos, por lo que se introduce en los lugares más insospechados con el fin de conocer nuevos ambientes. Por este motivo, hay que ser muy precavido con los lugares pequeños y abiertos.

Cuidados y alimentación

Siempre que se tenga al hurón en el hogar es necesario intentar mantenerle en una jaula adecuada, durante el tiempo que no vaya a estar bajo vigilancia. Ésta debe ser amplia y, si es posible, debe incluir elementos para que el animal se mantenga distraído, como escaleras o túneles.

La jaula debe contener la cama del hurón, que se puede realizar con camisetas o trapos, así como dos platos hondos, uno para la bebida y otro para el alimento. Tampoco se puede olvidar introducir una caja habilitada para que haga sus necesidades.

El hurón puede ser aseado como cualquier otra mascota, aunque no es conveniente realizarlo de manera muy regular. Es recomendable hacerlo cada dos o tres semanas y, en invierno, una vez al mes, con el fin de no dañar su piel, que es reseca y se irrita con facilidad. El agua con que se le bañe debe ser más bien caliente y conviene usar un champú especial para el cuidado de los ojos.

En lo que a la alimentación se refiere, debe ser rica en proteínas. Lo más habitual es proporcionarle comida para gatos, siempre que no esté elaborada de maíz o grano exclusivamente. No se le debe proporcionar comida enlatada o húmeda, ya que puede provocar problemas en su dentadura.

Estos animalitos no pueden ingerir productos lácteos, cafeína o chocolate porque le producen diarrea. Cuando se le quiera premiar se le puede dar pasas, uvas, frutas o vegetales, siempre teniendo claro que estos regalos no constituyen un sustituto alimenticio.

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