lunes, 16 de enero de 2012

Mundo Marino

Acuarios de agua dulce apuestan por el constante mantenimiento

Reproducir las características exactas de un arroyo en un acuario es algo complicado, existen como todos conocen maquinarias como el filtro, el termostato o la lámpara que emulan ciertas características de los ríos y arroyos tropicales. Algunas de esas características del arroyo o rio que se pueden emular son la luz, las horas de iluminación, las plantas en algunos casos, incluso podemos tener algún invertebrado, pero la calidad del agua pese a nuestros intentos de filtrarla decae y pierde los nutrientes convirtiéndose cada vez en un agua más dura. El cambio de agua es la solución a su envejecimiento. Este cambio se debe realizar de una manera regular que dependerá de las condiciones de cada acuario. Cuanta más población de peces y menos plantas tenga nuestro tanque mayor será la frecuencia de cambio. Normalmente una sustitución de agua por cada 14 días será suficiente. Y como saben, una de las tareas más laboriosas en el mantenimiento de los acuarios es la limpieza. Mantener limpia el agua que sirve de entorno vital a nuestros peces y plantas es muy importante pero no es menos importante realizar una limpieza de los fondos de nuestros acuarios.



Pasos a seguir:

1. En primer lugar deberemos llenar un recipiente o varios con el total de agua que vayamos a sustituir con el objetivo de que repose el agua y desaparezcan esas burbujas de la presión del agua. Después tendremos que apagar el filtro y el calentador para evitar que mal funcionamiento de los mismos estropee estos mecanismos. Los calentadores por ejemplo si están encendidos sin estar completamente en contacto con el agua pueden llegar a explotar.

2. El segundo paso es retirar el agua el agua del tanque. Podemos hacerlo mediante un tubo de plástico absorbiendo el agua hacia los recipientes.

3. Una vez que hayamos retirado como máximo 1/3 del agua del tanque podemos proceder a rellenar el tanque con el agua nueva. Podemos seguir varias estrategias para molestar a los peces lo menos posible, se acostumbra a  seguir el siguiente procedimiento. Abro mi filtro de cascada, y voy echando el agua nueva poco a poco sobre la masa filtrante del filtro, de esta manera consigo no crear corrientes, ni lluvias de burbujas, y hago que el cambio sea prácticamente inapreciable, también se puede hacer el rellenado de agua vertiendo la misma sobre la mano que colocaremos sobre la superficie del acuario para evitar así que se muevan tanto las plantas como la gravilla del fondo. 

Lo más adecuado puede ser acompañar esta acción del sifoneado con el cambio de agua de tal forma que cada vez que realizamos el sifoneado limpiamos claramente una parte del sustrato de nuestro acuario y además realizamos el cambio de agua.

Samuel Toledo

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