Mito o Realidad

No a todos los propietarios les gusta montar a sus perros, ya sea por incomodidad, asco o simplemente por la responsabilidad que esto acarrea. Sin embargo, muchos acceden al acto por temor a que sus mascotas sean atacadas por el cáncer.

Esto sucede porque muchas personas hablan, sin asesorarse, acerca del cáncer que podrían padecer sus mascotas si nunca llevaran a cabo el acto sexual y la única manera de evitar esta enfermedad por dicha falta, es que sean sometidas a una operación para la extracción de su aparato reproductor. Pero... ¿qué tan cierto serán estos comentarios?

El doctor responde de la siguiente manera: “hay quienes comentan que de no ser montadas sufrirán de cáncer y resulta que eso no es así, es más un mito que una realidad, si a una perra le viene el celo y no la montan no le va a pasar nada; algunos especialistas en la materia si recomiendan que de no aparearla se debería esterilizar, practicarle una ovario histerectomía. La razón de quitar el aparato reproductor es para evitar las altas probabilidades de presentar quistes o tumores mamarios pero este  hecho no está relacionado con que sea montada o no, pues estas irregularidades pueden aparecerles así conlleven el acto sexual”.

En las perras, a diferencia de la mujer, los ovarios son los responsables del efecto hormonal, de ese efecto que produce el estrógeno y al ser extraídos no habría más sangrado, ni gestación, ni manifestaciones sexuales, pasando a ser un macho más de la camada, por así decirlo.

Otro punto importante, es sobre el cruce entre familia, realmente no está recomendado por expertos de la salud veterinaria; hay quienes dicen que está permitido sólo la primera vez, pero lo cierto es que se estaría cometiendo una falta grave llamada endogamia. Es molesto saber que si se trata en el ser humano ocurre  un caos en la sociedad pero cabe destacar que ocurre el mismo efecto en los animales, una variedad de enfermedades sobretodo tipo genético.

Jessica Romandini