Bulldog Francés: Un payaso canino
Como su nombre lo indicia, Francia es la región de procedencia del Bulldog Francés. Su característico morro chato, sus orejas de murciélago y su carácter de bufón lo han convertido en favorito de muchos hogares.
El Bulldog Francés es un perro de compañía, no fue criado para cazar, ni para meterse en madrigueras de conejos y mucho menos como perro guardian, fue criado para hacerle compañía al hombre. Le encantará sentarse en su sofá a ver televisión con su dueño, lo que no quiere decir que no le guste la diversión o sea inactivo.
Origen de la raza
Los orígenes del Bulldog Francés se remontan a la década de 1850, en Inglaterra de la mano o de pata del Bulldog Inglés.
En 1853 en Bulldog Inglés era muy conocido, se le criaba particularmente para peleas con toros y osos siendo considerado como símbolo de valentía y resistencia. Cuando las peleas entre animales fueron abolidad en Inglaterra, hubo un declive en la cría de este maravilloso perro.
Características
A pesar de su tamaño pequeño es considerado un animal robusto con una musculatura potente, lo que puede darle un falso aspecto atemorizante.
Su fortaleza reside en la forma de su cuerpo. Aunque es corto, su lomo se eleva ligeramente, inclinándose hacia la cola, ya que sus patas posteriores son un poco más largas que las anteriores. También tiene la espalda ancha, lo que crea una sensación de resistencia. Su peso se debe mantener entre los 8 y 14 kilos.
Cuidados
El Bulldog Francés es una de las razas braquicéfalas, de cara y hocico corto, al igual que el Bulldog Inglés, Boxer, Pug, y Boston Terrier. Tiene los orificios nasales pequeños y un paladar relativamente largo. Son muy susceptibles al frío y al color. Nunca deben hacer ejercicios fuertes al sol, ni quedar expuestos al frío mucho tiempo.
Samuel Toledo
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